
Con la historia de Belmez y sus monumentos se debe tener mucho cuidado y sobre todo respeto.
Con toda probabilidad me vuelvan a llover críticas por todos lados, ya está uno curado de espantos pero, no puedo remediar comentar la despreocupación que se tiene no sé por parte de quién a la hora de publicar una imagen de los dos emblemas más significativos de nuestro pueblo. Su CASTILLO, y su PLAZA DE TOROS.
El motivo de dicha publicación no es otro que dar a conocer el contenido de las XXIV Jornadas Taurinas de Belmez, por otra parte, con tan solo un día de celebración, carentes de contenido y forma a mi modo de ver pero, ese no es el tema. Esto daría para hablar largo y tendido, ya expuse mi modo de ver las jornadas, cómo creo que se pueden organizar, y el sentido que deben tener para los aficionados.
Lo que me ha disgustado es que tras el primer anuncio de estas y tras la retirada inmediata del cartel por circunstancias imprevistas, se vuelva a colocar el mismo con nuestro CASTILLO asomando por encima de la meseta de toriles....
Más bajo no podemos caer ...seguramente la mayoría de personas, incluso aficionados belmezanos no se habrán percatado de tal despropósito.
A mí me ha llegado al alma os lo prometo. Lo triste de esta historia es que hemos tenido suficiente tiempo para corregir el montaje del diseño del cartel, que a buen seguro la persona encargada de ello lo realizó sin darse cuenta, y sin la advertencia necesaria a la hora de confeccionarlo.
Me he permitido mostraros la imagen cogida del blog de Antonio Jesús. Este tipo de cosas, que para algunos seguro no tendrán importancia, no deben ocurrir. Nuestros valores comienzan por ahí. Por esas pequeñas insignificancias, no vayamos a conseguir dar la vuelta a la plaza